INLAKESH
ALOHA
NAMASTE ...
Si bien todos los lugares son sagrados, precisamos todavía crear algunos en los que pongamos nuestra intencion de reconectar con la Divinidad, ya sea alli afuera o en nuestro interior
Necesitamos un lugar para estar en paz, para agradecer, para reverenciar, para orar, para estar en silencio, para sentir la tierra debajo nuestro, al cielo sobre nosotros. para abrir nuestra mente y nuestro corazón a lo sagrado.
Este templo está dedicado a todas las manifestaciones de lo sagrado en esta tierra, abarcando las antigüas tradiciones chamánicas comunes a casi todos los pueblos y sus desarrollos en todos los continentes y tiempos.
También lo dedico con gratitud a todos mis maestros, formales, informales, visibles e invisibles, presentes, pasados y en todos los terrenos de la vida. Gracias!
Paz profunda
Viajero del Infinito!
Que el eterno sol te ilumine siempre, que el amor crezca a tu alrededor y la luz pura de tu corazón te guíe de regreso al hogar.
ALOHA
NAMASTE ...
Si bien todos los lugares son sagrados, precisamos todavía crear algunos en los que pongamos nuestra intencion de reconectar con la Divinidad, ya sea alli afuera o en nuestro interior
Necesitamos un lugar para estar en paz, para agradecer, para reverenciar, para orar, para estar en silencio, para sentir la tierra debajo nuestro, al cielo sobre nosotros. para abrir nuestra mente y nuestro corazón a lo sagrado.
Este templo está dedicado a todas las manifestaciones de lo sagrado en esta tierra, abarcando las antigüas tradiciones chamánicas comunes a casi todos los pueblos y sus desarrollos en todos los continentes y tiempos.
También lo dedico con gratitud a todos mis maestros, formales, informales, visibles e invisibles, presentes, pasados y en todos los terrenos de la vida. Gracias!
Paz profunda
Viajero del Infinito!
Que el eterno sol te ilumine siempre, que el amor crezca a tu alrededor y la luz pura de tu corazón te guíe de regreso al hogar.
Sat Nam
Plegaria del escéptico
Alrededor de los 20 años repentinamente me di cuenta de que había perdido la fe.
Una fe tal vez algo ingenua o frágil, que sentía intensamente desde la primera niñez,
se había ido erosionando con las dificultades de crecer y la pérdida de la inocencia.
Aunque añoraba aquella sensación de conexión, no sabía cómo volver, dudaba de
que realmente hubiera adónde... me enojé mucho, por mí y por las "injusticias" del mundo.
Solía discutir bastante sobre estas cosas, y con opiniones cada vez más radicales... pero
la rebeldía y la frustración no llenaban aquel hueco.
Un vez, un tío, cuya religiosidad se me antojaba demasiado formal y -acaso- un poco"superficial",
me dijo que, aunque respetaba mi agnosticismo... dado que yo no negaba la posibilidad de la existencia de Dios, para ser consistente debía considerar la posibilidad de que sí existiera. En ese caso, podía, me dijo, pedirle a Dios, si existía... que me ayudara a reencontrar mi fe... que me ayudara a creer...
Señor... si existes... ayúdame a creer... Gracias
Debo confesar que me resistí un poco... un poco bastante. Pasaron años y crisis hasta que en una "noche oscura del alma" recordé ese consejo y lo puse en práctica.
De manera gradual, sin imposición de formas, ni rituales ni religiones... fue volviendo esa sensación en el fondo del alma de que... más allá de las palabras, la lógica, la justicia, o lo que fuera... estaba allí... había algo inexpresable que trascendía todas las formas, todo lo conocido.
Esa fue la vuelta a un camino que todavía transito, al que le falta mucho por andar... en el que me he detenido y desviado, pero sin nunca volver para atrás. Qué arrogante fui con ese hombre (con el que había compartido tantas otras cosas buenas).
Perdón... y Gracias Juan María "Johnny" Macmullen!